



En 1980, Pedro Manrique Figueroa, Precursor del Collage en Colombia, decide hacer uno traducción y reedición de lo guío de lo exposición Arte Degenerado (Entartete Kunst) organizada por el Partido Nacional Socialista Alemán en 1937. En su proyecto lo acompaño un joven llamado José Obdulio Gaviría S. que lo ayuda con la traducción de los textos del alemán al español y John Castillo, un joven artista. Es la intención de Pedro Manrique Figueroa repartir gratis el impreso a la entrada de todos los Salones Regionales de Artistas organizados por el Instituto Colombiano de Cultura. Su acción —y ahora obra— ha sido interpretado por algunos como una protesta. Ocho años antes, en 1972, Pedro Manrique Figueroa había sido uno de los artistas rechazados del XXIII Salón Nacional de Artistas: «no entiendo», dijo el precursor del collage en Colombia (ver «Artista Rechazado», Moría Cristina Pignalosa, El Tiempo, Cultura y Entretenimiento, 12 de octubre de 1972, Página 6B).
Los artes traducidos y diseñados de la guía de la exposición Arte Degenerado nunca llegaron a litográficas Medellín de Bogotá. Se sabe que Pedro Manrique Figueroa tenía la intención de dedicarle el nuevo tiraje al presidente de esa época, Doctor Julio Cesar Turbay Ayala y a su ministro de defensa, General Luis Carlos Comacho Leyva. El proyecto no se llevó a cabo, Pedro Manrique Figueroa desapareció; algunos dicen haberlo visto entrar a fuerza a las «Caballerizas de Usaquén» que formaban parte de la Escuela de Caballería del Ejercito en el Cantón Norte en Bogotá y que se hicieron célebres a finales de lo década de los setenta y principios de los ochenta por ser centros de tortura, durante los procesos de investigación y judiciales contra el Movimiento guerrillero 19 de Abril (M-19). Se cuenta que la denuncia ante las autoridades vino de John Castillo que motivado por un lío de faldas se convirtió en informante: Manrique, en una peña literaria, le había hecho duras críticas a Ana María Alzate (hijo del dirigente derechista Gilberto Alzate Avendaño), y en una discusión sobre arte y política usó una frase del político como ejemplo de su talante fachista: «EI mestizaje no suma sino que resta, no multiplica sino que divide». Lo que no sabía Manrique era que Castillo mantenía desde hace un tiempo una profunda relación de dependencia con la hija de Alzate y que ella obligó al joven a escoger entre denunciar al artista o mantener la mujer. Castillo y Alzate siguen juntos hasta esta fecha, nadie ha vuelto a saber de Pedro Manrique Figueroa.

False positive
In 1980, Pedro Manrique Figueroa, Precursor of the Collage in Colombia, decided to do a translation and reissue of the guide for the exhibition Degenerate Art (Entartete Kunst) organized by the German National Socialist Party in 1937. He was accompanied in his project by a young man named José Obdulio Gaviría S. who helps him with the translation of the texts from German to Spanish and John Castillo, a young artist. It is the intention of Pedro Manrique Figueroa to distribute the form free of charge at the entrance of all the Regional Salons of Artists organized by the Colombian Institute of Culture. His action —and now work— has been interpreted by some as a protest. Eight years earlier, in 1972, Pedro Manrique Figueroa had been one of the rejected artists at the XXIII National Salon of Artists: «I don’t understand,» said the precursor of collage in Colombia (see «Rejected Artist», Moría Cristina Pignalosa, El Tiempo, Culture and Entertainment, October 12, 1972, Page 6B).
The translated and designed arts of the Degenerated Art exhibition guide never made it to lithographs Medellín from Bogotá. It is known that Pedro Manrique Figueroa had the intention of dedicating the new print run to the president of that time, Doctor Julio Cesar Turbay Ayala, and his defense minister, General Luis Carlos Comacho Leyva. The project was not carried out, Pedro Manrique Figueroa disappeared. Some say they have seen him force his way into the «Usaquén Stables» that were part of the Army Cavalry School in the North Canton of Bogotá and which became famous in the late seventies and early eighties for being torture centers, during the investigation and judicial processes against the guerrilla Movement April 19 (M-19). It is said that the complaint to the authorities came from John Castillo who, motivated by a mess in his skirts, became an informant: Manrique, in a literary meeting, had harshly criticized Ana María Alzate (son of the right-wing leader Gilberto Alzate Avendaño), and in a discussion about art and politics he used a phrase from the politician as an example of his fascist attitude: «Mestizaje does not add but subtract, it does not multiply but divides.» What Manrique did not know was that Castillo had for some time had a deep relationship of dependency with Alzate’s daughter and that she forced the young man to choose between denouncing the artist or keeping the woman. Castillo and Alzate are still together to this date, no one has heard from Pedro Manrique Figueroa again.




































Una historia del arte nazi en Colombia
Exposición «Arte Degenerado», Medellín, 1938.
El expresionismo como síntoma de pereza e inhabilidad en el arte es el título de un texto escrito por el político Laureano Gómez y publicado en 1937 en Bogotá en la Revista Colombiana. En ese mismo año en Alemania se inauguraba Arte Degenerado, una muestra que le daba forma de exposición al «Entartete Kunst», un término creado por los nazis para clasificar todas las piezas de arte que se apartaban de los lineamientos estéticos del «Arte Alemán» y el «Arte heroico» establecidos por el Ministerio de Propaganda.


La muestra que viajó varias ciudades de Alemania exponía una serie de piezas de arte acompañadas de frases garabateadas que hacían mofa de lo expuesto. El montaje se caracterizaba por un descuido calculado que enfatizaba el desdén por ese «arte degenerado». La exposición iba acompañada de un catálogo pedagógico y de discursos aleccionadores, además contaba con visitas guiadas. Entartete Kunst fue el hito cultural del momento y su influencia, al menos en el aspecto funcional, se extiende hasta el día de hoy en salones y bienales que perpetúan el modelo fundacional de producción de exposiciones de la Alemania nazi.

Los lineamientos propuestos por Laureano Gómez en su texto y por el Partido Nacional Socialista en el catálogo de la exposición Entartete Kunst coinciden en tiempo y en su postura ideológica:

—Gómez: «Cabe ahora preguntar: ¿la época que nos ha tocado vivir es uno de esos momentos felices de claridad, pleno de dominio y de armonía, que señalan las cumbres alcansadas en la realización estética por la inteligencia del hombre? O por el contrario, ¿bajamos el declive de una pendiente de decadencia hacia un trágico abismo de inhabilidad y de ordinariez, descenso del que no podemos darnos cabal cuenta, perturbados por la algarabía de las trescientas ocas de que hablara el poeta?»

—Entartete Kunst: «pretendemos mostrar cómo estos revoltosos esparcieron síntomas de degeneramiento, infectando a gente de bien, gente incauta que, pese a tener talento artístico, no tuvo el buen juicio ni el carácter o sentido común necesarios para resistir unirse a la algarabía de los judíos y los comunistas.»

A finales de 1937, en Medellín, un grupo de empresarios en sincronía con el espíritu progresista del momento decidió contactar al Gobierno Alemán para replicar la iniciativa en Colombia. A comienzos de 1938, en las oficinas de Talleres Robledo, se organizó una exposición de «Arte Degenerado». De esta muestra solo se conservan tres fotos: dos corresponden a la exposición y otra a la cena de gala que tuvo lugar luego de la inauguración.


Las dos fotos que se conocen de la exposición fueron tomadas por Erasmus Gerhard, un curador alemán que viajó a Colombia para traer algunas de las obras expuestas y del que se dice que por tener problemas con el Partido Nacional Socialista volvió al país para radicarse en Bogotá como ilustrador. En una de las imágenes se ve una multitud agolpada a la entrada de Talleres Robledo, en la otra se ve una masa variada de personas que atesta una improvisada sala de exposiciones. La hidalguía de dos damas con sombrero a la moda contrasta con la presencia de un hombre de atuendo rústico que se toma una cerveza, al fondo se ve a un hombre trajeado y de tez clara que se muestra algo desconcertado por la situación.

La foto de la cena de gala fue tomada por Jorge Obando en un club social de Medellín.
La versión criolla del Entartete Kunst incluía también un contrapunto entre las obras expuestas y frases que depreciaban lo expuesto. No se sabe si hubo discursos aleccionadores pero sí en varios recuentos se menciona la existencia de una gacetilla que se entregaba a la salida y que reproducía apartes del texto en mención de Laureano Gómez y del discurso dado por Adolfo Hitler en la inauguración de la Casa de Arte Alemán en Berlín en 1937:

—Gómez: «Un pintor colombiano ha embadurnado los muros de un edificio público de Medellín con una copia y servil imitación de la manera y los procedimientos del muralismo mejicano. Igual falta de composición. Igual carencia de perspectiva y proporcionalidad de las figuras. Sin duda, mayor desconocimiento del dibujo y más garrafales adefesios en la pintura de los miembros humanos. Una ignorancia casi total de las leyes fundamentales del diseño y una gran vulgaridad en los temas, que ni por un momento intentan producir en el espectador una impresión noble y delicada. Naturalmente, el coro sofista y seudo-literario elogia aquellos fantoches a rabiar. Ay del que no reconozca el número y la marca de la bestia divina. Es un atrasado, un reaccionario del arte, un intonso, un deplorable provinciano.»

—Hitler: «Y, ¿qué crean ustedes? Seres lisiados, deformes y cretinos, mujeres que solo pueden despertar repulsión, hombres más cercanos a bestias que a seres humanos, niños que si viviesen en tal estado caerían bajo la maldición de Dios. Y esto es lo que estos crueles chapuceros se atreven a ofrecer como arte de nuestro tiempo, esto es, como la expresión de todo lo que moldea e imprime su sello en nuestro tiempo presente […] Las «obras de arte» que no son capaces de ser entendidas por sí mismas y necesitan de un manual de instrucción pretenciosa para justificar su existencia —hasta que por fin encuentren a alguien lo suficientemente intimida para soportar con paciencia semejante habladuría estúpida y obscena— jamás encontraran la manera de llegarle al pueblo Alemán.»


(Artículo publicado en la Revista Antio-quia, 2012)